📖 Lucas 10.38-42;
Éxodo 18.17-18;
Salmos 63.1-11
¿Alguna vez has intentado hacerlo todo? Lo he hecho, lo hago y probablemente siempre lo haré. No está solo en mi naturaleza; también está en la descripción de mi trabajo, y también en el tuyo. Ser mujer requiere más resistencia, más creatividad y más sabiduría de lo que jamás soñé cuando era niña. Y eso no solo es cierto para las ocupadas mujeres de hoy. Siempre ha sido así, como vemos en la historia de María y Marta. De hecho, quizás ningún pasaje de las Escrituras describe mejor el conflicto que sentimos como mujeres que el que encontramos en Lucas 10: 38–42.
Todos hemos sentido la lucha. Queremos adorar como María, pero Marta en el interior nos sigue mandando.
🌷En medio de tu propio ajetreo, en lo profundo de ti hay un hambre, un llamado a conocer y amar a Dios. Conocer verdaderamente a Jesucristo y la comunión del Espíritu, es la intimidad de corazón a corazón lo que anhelas. Sin embargo, una parte de ti se queda atrás. Agotada, te preguntas cómo encontrar la fuerza o el tiempo.
🌷"¿María ha elegido lo que es mejor?" Le digo a Dios en medio de mi propio torbellino de actividad. "¿Quieres decir que tengo que hacer más?" No, no, llega la respuesta a mi corazón cansado. Las palabras de Jesús en Lucas 10 son increíblemente liberadoras para aquellos de nosotros que estamos en la rutina de la vida. No es “más” lo que Él requiere de nosotros. De hecho, puede que sea menos.
¿Cuáles son algunas de las cosas "espirituales" que haces que se sienten más como tareas que como formas de crecer en la intimidad con Dios? ¿Por qué crees que respondiste de esa manera?
Bendiciones 🌷
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