Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron;
2 Corintios 5:14
El enojo puede avivar el odio en el corazón de un hombre hasta el deseo de atacar a su enemigo, pero el amor puede encender la bondad en su corazón como para dar la vida por un amigo. El egoísmo puede llevar a una mujer a ser controladora y acaparar sus recursos, pero el amor puede
inducirla a abrir las manos y dar con abnegación. El amor es el motivador más puro y poderoso. Le da valentía a un cobarde, sabiduría a un necio.
Cuando invade el corazón, tienes poder para soportar el dolor más profundo, pagar voluntariamente el mayor de los costos y poner en juego
tu reputación por el bien de otra persona. El amor hace que un soldado ofrezca la vida por su país, que una madre ore sin cesar por su hijo y que un Dios misericordioso envíe a su único Hijo a morir por nuestros pecados. El amor es así de poderoso.
El apóstol Pablo soportó golpizas, una persecución intensa y dificultades toda su vida. Lo hizo por una razón: «El amor de Cristo» lo apremiaba. Si el amor comenzara a impulsar tus decisiones, ¿qué te llevaría a hacer por tu matrimonio?
PROFUNDIZA
Lee 1 Corintios 13. Luego, vuelve a leer los versículos 4-7. Esta vez, reemplaza la palabra «amor» con tu nombre. Después, termina en oración y pídele a Dios que te ayude a que esto sea una realidad en tu vida.


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