Con frecuencia, el amor se malinterpreta. No es tan sentimental como nos gustar铆a pintarlo. En realidad es una decisi贸n, un acto de tu voluntad.
Como cuando est谩s a punto de salir de la oficina y llama un cliente con un problema. O acabas de pasar el d铆a entero cuidando a tus padres ancianos o tu hija est谩 deprimida por una cita fallida. No es precisamente un buen momento para dedicar a alguien. No obstante, es ah铆 cuando est谩s llamada a poner a funcionar tu voluntad y a demostrar amor al pr贸jimo.
El amor cristiano, que es la clase de amor divino, es un esfuerzo deliberado, y Dios te da la gracia para hacerlo realidad, empezando por tu misma casa.
Juan 3:16 te recuerda el m谩s grande acto de amor: “Porque tanto am贸 Dios al mundo, que dio a su Hijo unig茅nito”. Este amor excedi贸 todas las expectativas humanas.
No fue la expresi贸n de una emoci贸n, ¡sino un acto de la voluntad de Dios!
Dios, t煤 eres la fuente de amor. Cuando estoy demasiado cansada, agitada o enfocada en m铆 misma para expresar amabilidad y compasi贸n a mi familia, tanto a los mayores como a los peque帽os, tu Palabra y tu gu铆a me conducen de nuevo a la prioridad del amor. Siempre amor.
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