Obediencia

*Día 23*

*OBEDIENCIA*

*Hombre, si el Señor ya te ha dicho lo que está bien. Él te ha dicho lo que quiere de ti: que seas justo, que te guste mostrar fiel amor y que vivas humildemente con tu Dios.* Miqueas 6: 8.

Somos parte de la hermosa creación de Dios, pero con frecuencia nos volvemos tan orgullosos y tan llenos de nuestra propia importancia que nos olvidamos de que en realidad somos creación y no el Creador.

Nuestro orgullo nos daña a todos puesto que cuando somos demasiado “grandes” no hay espacio en nosotros para la gloria de Dios; en cambio, cuando nos vemos “pequeños” y somos obedientes podemos ver nuestra necesidad de ser completamente dependientes de Dios y entonces, Su gloria brilla en nosotros.

La obediencia es tener buen entendimiento sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. La obediencia debe impulsarnos a vivir bajo Su Voluntad.

Mi consigna: “La obediencia trae recompensa.”

*ORACIÓN:*

¡Padre, ayúdanos! que la próxima vez que mi hijo (a) o yo seamos tentados a desobedecerte, recordemos Miqueas 6:8, que un corazón orgulloso es lo opuesto de lo que Tú nos demandas. Llénanos a ambos de la determinación a ser obedientes.

Dios, ayúdame como madre a tener motivaciones correctas y genuinas: amor, compasión, interés por otros.

Te pido que ayudes a mi hijo (a) a tratar a los demás aún mejor de lo que le gustaría le trataran a él/ella.

Que tanto mi hijo (a) como yo procuremos ayudar y bendecir a la familia, los amigos, la comunidad y hasta a la humanidad.

Señor, enséñanos a dejar de lado las emociones o deseos y a concentrarnos en ser más como Tú, deseando actuar y vivir para agradarte, conscientes de que por nuestros propios esfuerzos no lo lograremos.

Entrego delante de ti derechos, posesiones, títulos o cualquier cosa que alimente la superioridad o el orgullo en mi vida o en la vida de mi hijo (a); que podamos identificarnos con la necesidad y fragilidad de las personas a nuestro alrededor.

Ayuda a mi hijo (a) a comprender el poder de la obediencia a Ti. Cuando obedecemos a Dios le decimos: “Yo sé que Tú sabes lo que haces y tarde o temprano, esto resultará para mi bien.” Te lo ruego *En el nombre de Cristo Jesús, amén.*