Transformación intensiva

“Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante cuarenta días, pasados los cuales tuvo hambre”. Lucas 4:1-2

Antes de comenzar a realizar la tarea más importante de su vida sobre la tierra, Jesús fue llevado por el Espíritu Santo a su última etapa de preparación, una transformación
intensiva, por cuarenta días en el desierto.
Aunque Jesús desde niño había crecido en gracia y sabiduría, era necesario un proceso especial para su equipamiento final. Como en otras personas de las cuales habla la Biblia, este proceso duraría cuarenta días.
¿Por qué 40 días exactamente? La verdad es que no sabemos porque, pero Dios utiliza este periodo de tiempo para provocar cambios y transformaciones en las personas para que se preparen para realizar Su propósito. En el caso de Jesús, él tuvo que depender de su Padre en los cielos totalmente durante este tiempo, además de enfrentar las tentaciones del enemigo, quien trato de vencerlo en todas las áreas de su vida, y no lo logro.
Al final de estos 40 días, Jesús salió con el poder del Espíritu Santo sobre El.
De la misma manera que Jesús fue obediente al Espíritu Santo y se sometió a este tiempo de transformación, tú puedes ser obediente y perseverar en este tiempo de transformación intensiva para tu vida.
Recuerda que serás tentado para renunciar y abandonar tu proceso, pero si perseveras, lo que te espera al final es el poder del Espíritu Santo para realizar el propósito de Dios en tu vida, y alcanzar una vida mejor para ti y para tu familia.

REFLEXION DEL DIA
Lea: Lucas 4:1-14
¿Qué diferencia encuentras en la forma como Jesús comenzó sus 40 días de
transformación y como el término?
¿Cómo se asemeja la realidad de que Jesús fue tentado en el desierto por el diablo a la realidad de tu vida hoy?
¿Quién fue el que acompaño a Jesús durante esos 40 días de transformación?