Dia 3. ¿Quien soy yo para Dios?

Arraigad y Sobreedificad en Cristo

"Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias". - Colosenses 2:6-7

Creo que concuerdas conmigo de que los tiempos en los que estamos viviendo hoy día son turbulentos. No importa si miramos la economía, los asuntos mundiales, la tasa de criminalidad, los asuntos sociales, la política, o las presiones que enfrentamos día a día, de acuerdo a los estándares del mundo, estamos viviendo días muy inestables.

Es por esto, que aunque se hayan escrito hace 2,000 años atrás, las palabras del apóstol Pablo nos tocan hoy día. Para encontrar nuestra estabilidad debemos estar arraigados y establecidos en Cristo y en sus caminos para que cuando nos enfrentemos a presiones, preocupaciones y pruebas, sea EL el que nos reconstruya y nos mantenga fuertes.

¿Cómo podemos arraigarnos y edicarnos en Cristo? Poniendo a Dios como centro de nuestras vidas. Esto incluye nuestros matrimonios, nuestra paternidad, nuestras amistades, carreras, trabajo, finanzas, entretenimiento, voluntarismo, estudio y planes para nuestro futuro.

Jesús nos dijo que El siempre estará con nosotros y esto es muy reconfortante. La presencia de Jesús en nosotros es una de Sus promesas. Así que la pregunta, "Señor, ¿qué tienes que decir Tu acerca de esto? debería estar siempre en nuestras mentes. El buscar la sabiduría de Dios en Su palabra debería ser una práctica común en nuestras vidas y cuando no sabemos qué hacer, deberíamos buscar un consejo sabio y santo de parte de nuestros pastores o amigos más maduros en la fe.

Estar arraigados es ir profundo. Es invertir tiempo y energía en conocer a Dios y sus caminos y dedicar tiempo para estar con El para que podamos tener una relación íntima con El. Mientras más profunda tengamos las raíces de la fé, más estables estaremos espiritualmente. No desfalleceremos cuando vengan pruebas y tormentas a nuestras vidas. Sabremos qué hacer y hacia dónde ir.

Podemos ver este tipo de vida en Santiago 1:2-8: "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos".

Debemos ser estables en todos nuestros caminos, firmes en la fé y confiados en los caminos de Dios. Toma unos minutos y contesta estas preguntas:

¿Cómo puedes arraigarte más a Cristo?

¿Qué tres cosas puedes hacer para aumentar tu conocimiento acerca de El y Sus caminos?

¿Qué tiempo estás dispuesto a dedicar con el solo propósito de estudiar la Palabra de Dios para poder estar firmemente establecido en Su verdad?

Incluye en tus planes el crecer en Cristo para cuando surjan los problemas estés preparado. El Señor nos llama, pero nosotros debemos responder. ¿Puedes escucharle llamándote por tu nombre en estos momentos?