Buenas obras

*Día 14*

*BUENAS OBRAS*

*“No se engañen ustedes mismos, porque de Dios no se burla nadie. Uno cosecha lo que siembra. Quienes siembran únicamente para complacerse a sí mismos sólo cosecharán de ello la destrucción. Pero el que siembra para agradar al Espíritu, cosechará la vida eterna. No debemos cansarnos de hacer el bien. Si no nos rendimos, tendremos una buena cosecha en el momento apropiado”*

Gálatas 6:7-9.

Un padre dijo en cierta ocasión: "Estoy preocupado por mis hijos. La marea está en mi contra (la escuela, otros padres, amigos), pero quiero educar correctamente a mis hijos".

Pues bien, si esa es tu preocupación, te animo a que siembres la semilla correcta. Ten paciencia y cosecharás lo que hayas sembrado.

Una semilla de mango crecerá para convertirse en un árbol que dé mangos. Uno no puede esperar encontrar naranjas en ese árbol. De la misma manera, cuando sembramos buenas obras, podemos estar seguros de que esas acciones seguirán creciendo.

No podemos dejar de hacer/sembrar buenas obras cuando las tormentas de la vida nos derriben, sino que debemos levantarnos y continuar haciendo aquello que sabemos que es correcto ¡no solo cuando es fácil, cómodo o divertido!

Nuestro trabajo es perseverar. Si a Dios le place lo que hicimos, entonces habremos hecho bien y ÉL lo bendecirá.

Quizá estás viviendo una situación con tus hijos (as) producto de una mala siembra que hiciste en tu pasado, pero recuerda: si ahora estás en Cristo, Dios hace nuevas todas las cosas (2 Corintios 5: 17). ¿Qué tipo de semillas estás sembrando?

Debemos asegurarnos de estar sembrando una vida que agrade a Dios y no una vida que coseche la condenación eterna.

*ORACIÓN:*

Padre, perdóname por las malas semillas que pude haber sembrado en la vida de mis hijos (as) ( si viene a tu memoria esa mala semilla, confiésala ante Dios en este momento).

El único que necesita ser testigo de nuestras siembras para que valga la pena eres Tú. Así que, guarda nuestro corazón de jactancia porque entonces no tendría sentido lo que hacemos.

Te pido que mis hijos (as) aprendan el valor de hacer el bien a otros sin esperar nada a cambio. Que sus motivaciones sean puras y sinceras.

Pero sobre todas las cosas, que tanto mis hijos (as) como yo sembremos para lo eterno, *para vida eterna en Cristo Jesús, amén.*