Vulnerabilidad

*Día 15*

*VULNERABILIDAD*

*“Y me ha dicho: bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”*

2 Corintios 12:9-10.

Alguien me comentó: “Mis padres se divorciaron cuando yo tenía ocho años. Me asusté y me convertí en una maniática controladora. Por eso me cuesta trabajo dejárselo todo a Dios, incluyendo mi familia.”

Dejar a nuestros seres amados a los pies de la Cristo requiere que seamos vulnerables: ese es el temor más grande de cualquier persona.

La confianza no es algo sencillo de dar cuando tu alma ha sido herida. Dios lo comprende y nos atrae gentilmente a sus brazos para revelarnos su tierno y apasionado corazón. Eso convierte la ansiedad en confianza: Él nunca falla, Él nunca abandona.

Como padre ¿tienes miedo de ser vulnerable?

Pídele al Espíritu Santo que te revele aquellas áreas ocultas en las que el miedo no te permite dejar en las manos de Dios todo aquello que te inquieta o te preocupa.

Cuando nuestra debilidad se convierte en un aliado, en vez de un enemigo, la vida abundante prometida por Cristo, y de la que ya gozamos ¡se hace evidente ante nuestra vista!

*ORACIÓN:*

Señor tu Palabra dice: *"Busqué al Señor, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores"* (Salmo 34: 4). Yo busco de ti en este día, creyendo que me oyes.

Tú has dicho que, "no nos has dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7). Inúndanos con tu amor y aleja cualquier miedo o duda.

Oro para que mis hijos vean en mi vida, la realidad del poder de Cristo aún en mis debilidades y eso los anime a confiar en Ti más cada día y disfrutar la libertad del temor.

Haznos sentir tu presencia amorosa sobrepasando cualquier circunstancia que nos haga vulnerables amenazando con apoderarse de mí o de mis hijos.

Ayúdanos a depender de tu poder de tal forma, que establezca confianza y fe en ti.

Que no neguemos nuestras debilidades, sino que las llevemos a ti en oración para ser libres.

*En el nombre de Jesús, amén.*