Decisiones

Día 8:

*DECISIONES*

“Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” *Gálatas 6:7.*

Las decisiones tienen consecuencias (buenas o malas). Lo que gobierna nuestra vida no son las circunstancias sino las decisiones que tomamos.

Los (as) hijos (as) pueden sentirse desarmados ante circunstancias negativas, guíales a entender que aunque sea mala la situación pueden tomar buenas decisiones al respecto y que sus vidas no sean controladas por las circunstancias.

Las decisiones basadas en principios nos permiten elegir lo que es mejor, en lugar de lo más fácil. Principios como: la verdad, la honradez, la lealtad, la responsabilidad, la compasión, el honor, la fe, entre otros.

“Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus sendas.”

*Proverbios 3:5-6*

Cuando tu hijo (a) se aleja de lo que esperabas y comienza a tomar decisiones contrarias a lo que le enseñaste, esto como padre rompe tu corazón. Es algo que experimentarás en algún momento.

Recuerda, tomar decisiones equivocadas y cometer errores puede ser la tendencia natural en él/ella (Proverbios 22:15).

Es por eso que necesitan el amor, la disciplina y la guía espiritual de sus padres para convertirse en hombres y mujeres sabios y maduros.

Además, con Dios se redime todo, incluso las malas decisiones de un (a) hijo (a), para ayudarle a aprender, crecer y cumplir Sus buenos propósitos. Confía en Su plan para la vida de tu hijo (a). Su plan es el mejor plan.

*ORACIÓN:*

Amantísimo Padre Celestial, tú nos formaste. Te agradezco por la oportunidad de educar a mi hijo (a) bajo tus principios y mandamientos.

Te suplico que le des sabiduría para que tome en cuenta tus principios y mandatos aplicándolos con inteligencia espiritual en su vida, porque estos le guiarán en la toma de decisiones.

Dios, ayúdame a resistir la tendencia de distanciarme de mi hijo (a) durante las decisiones poco asertivas que tome y dame la fuerza para asegurarle que aunque haya errado, todavía le amo.

No importa cuán dolorosa o desesperada pueda parecer la situación debido a su decisión, confío en ti Dios, en Tu plan para la vida de mi hijo (a); en Tu fidelidad y capacidad para cumplir ese plan. En el nombre de Jesús, amén.