Definidos debidamente

Día 6:

*DEFINIDOS DIVINAMENTE*

"Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó." *Génesis 1:27*

Le cantaba a los niños (as) como docente de educación inicial esta canción: “Les voy a contar una historia que aparece en la palabra de Dios, un grupo de niños venían a acercarse donde estaba Cristo el Señor…” (Ya te la comparto).

Es momento de que como madre compartas esta verdad sobrenatural que cambia vidas: Dios en su soberanía, creó la gama de rasgos físicos, anatómicos y también los que por alguna condición especial son diferentes y singulares, llamándonos a vivir una vida que aprecie y valore esa variedad.

Pero, ¿Qué pasa si tu hijo (a) no aprecia el cuerpo en el que está y desea que Dios lo hubiera hecho del otro género?

Un canal de noticias lanzó una campaña que mostraba una manzana sobre un fondo blanco. La voz del narrador decía: “Esto es una manzana. Algunas personas trataban de decirle que era un plátano. Otros gritaban: “¡cambur, cambur!”. Incluso podían empezar a creer que era un plátano, pero no lo era. Era una manzana”.

Lo que se enfatizó fue que los hechos son hechos. Hoy en día en medio de una gran confusión sobre el género, el hecho es que Dios creó al hombre y la mujer claramente diferentes: anatómica, fisiológica y genéticamente.

Como madres, debemos ayudar a nuestros (as) hijos (as) a aceptar sus cuerpos biológicamente, pero también ayudarlos (as) a reconocer que Dios les formó como individuos únicos (as).

*ORACIÓN:*

Acepto Señor que tú eres Quién ha hecho que mi hijo (a) sea único (a) e irrepetible y te agradezco por ello.

Oh Señor dale a mi hijo (a) la disposición y buena voluntad de aceptar y apreciar a aquellos que son diferente anatómica, fisiológica, genética y cognitivamente a él/ella.

Dame mucha sabiduría y orientación si mi hijo (a) se niega a aceptar su género. Ayúdame a decirle la verdad en amor con respecto a su identidad de género y también para no imponer estereotipos de género sobre él/ella.

Que mi hijo (a) comprenda que su género, según lo determinado por Dios, está en su ADN y se estableció antes de que naciera, no lo determina ningún concepto humano.

Gracias Dios porque amas a mi hijo (a) incondicionalmente, incluso si él/ella tiene alguna dificultad para abrazar su identidad de género y deseas que acepte Tu diseño en su vida. En el nombre de Jesús, amén.