No tan inocentes

Día 5:

*NO TAN INOCENTES*

"La necedad es parte del corazón juvenil."

*Proverbios 22:15*

Cuando nace un (a) niño (a), generalmente le consideramos dulce e inocente, sin culpa, sin pecado, aún no manchado por los males de este mundo. Los bebés son ciertamente dulces, la Biblia deja claro que no son tan inocentes.

Según Proverbios 22:15, el amor por la travesura y la tendencia a la rebeldía y la desobediencia ya están presentes en el corazón de un (a) niño (a) al nacer. Todos nacemos en este mundo con una naturaleza pecaminosa y con necesidad de redención.

Como madres, queremos que nuestros hijos sean obedientes, hagan lo correcto y tomen las decisiones correctas. Nos esforzamos por enseñarles todos los valores correctos y construir el carácter en sus vidas.

Y mientras nadie quiere que sus hijos (as) tomen decisiones que contradigan los valores que les han enseñado, inevitablemente lo harán, porque sus corazones están llenos de necedades.

Sabiendo esto, como madres debemos tener claro que nuestros (as) hijos (as) harán cosas de vez en cuando que nos lastimarán y nos decepcionarán. Al igual que nosotros, como hijos de Dios, a veces lo decepcionamos.

Tenemos que estar concientes que cometerán errores al igual que nosotros. Y cuando lo hagan, podemos imitar a nuestro Padre Celestial respondiendo con amor, perdón y corrección incondicionales, presentándolos a Cristo, quien puede redimirlos y usar sus errores para refinarlos en todo.

*ORACIÓN:*

Te agradezco Dios que siempre estás conmigo, incluso cuando mi hijo (a) comete errores me das paz, gracia, sabiduría y fortaleza necesarias en esos momentos.

Ayúdame a responder ante el pecado de mi hijo (a) con amor, perdón y corrección, como lo haces tú cuando yo cometo un error.

Dios atrae a mi hijo (a) a Tí; que él/ella tome la decisión de entregar su corazón a Cristo y confiar en que Él le salva de su pecado. Que lo ame y lo sirva como Señor de su vida.

Señor oro para que tú le des a mi hijo (a) un corazón que desee obedecerte, para que no se entregue al orgullo, egoísmo o rebelión, sino que sea librado de todo esto. En el nombre de Jesús, amén.