Entereza

*Día 21*

*ENTEREZA*

*”Hermanos, alégrense cuando tengan que enfrentar diversas dificultades. Ustedes ya saben que así se pone a prueba su fe y eso los hará más pacientes. Ahora bien, la paciencia debe alcanzar la meta de hacerlos completamente maduros y mantenerlos sin defecto.*

Santiago 1: 3-4.

*Entereza:* Fortaleza para mantener decisiones, convicciones con firmeza a pesar de las dificultades. Aquellos que con su vida y con su ejemplo manifiestan la virtud de amar, aún por encima de las dificultades.

El año 2004 fue, sin duda alguna, el más complicado de nuestros años como familia, pero habíamos hecho un compromiso delante de Dios y eso significa que permaneceríamos fieles a esa alianza en las buenas y en las malas.

Así que, nos plantamos firmes y le pedimos a Dios que nos ayudara a superar las emociones y los pensamientos destructivos que estaban arruinando nuestra unión. Dios nos dio la mente de Cristo y ello nos permitió vernos, a mi esposo, a mí y a nuestros hijos con los ojos de Dios, no con los nuestros.

Él nos reveló la manera de abandonar expectativas no realistas y si nos sentíamos frustrados, enojados o cansados de amar, Jesús nos enseñó a amar como Él ama.

¿Hay alguien a quien le cueste trabajo amar? ¿Estás listo para rendirte? Pídele a Dios que te muestre cómo ver a un esposo, hijo o miembro de la familia problemático, a través de Sus ojos y no desde la perspectiva humana: es transformador.

*ORACIÓN:*

Oh Padre amado dame una comprensión ajustada al diseño de Dios para mi familia. Dame sabiduría en el trato y en la disciplina para con mi hijo (a). Que yo sea una mujer de palabra, que cumpla lo que le prometa a su hijo (a).

Tu amor por mí y por mi hijo (a) no se detiene, es continuo, no cambia. Nos amaste ayer, nos amas hoy y nos amarás mañana. Gracias, Señor

¡Oh, Padre! sé que el amor por mi hijo (a) vino desde que comenzó a existir y que con tus cuerdas de amor has recorrido la historia de su formación. Recuérdame que debo amarle siempre, así como tú me amas, a pesar de.

Ayúdame a honrarte buscando ser la madre que Tú quieres que sea. La lucha comienza de rodillas, continúa de rodillas y termina, en victoria, de rodillas. *En el nombre de Jesús, amén.*