Pertenencia

Día 3: *PERTENENCIA*

Sin importar cuánto intentemos negarlo, deseamos pertenecer a algo, a alguien, a algún lugar.

Aunque suene complicado, no quieres que el/ella se confunda y piense que pertenece a tu hogar, porque en realidad Dios pagó un precio muy alto para que seamos de Él.

En Él es donde encontramos nuestra seguridad e identidad. Fuimos creados para algo mayor, fuimos creados para Él.

_¿Que desea toda madre que conoce a Dios?_ Que su hijo (a) conozca a Dios y vaya por buen camino, que sea de bien y le vaya bien. Que no se desvíe ni a derecha ni a izquierda, que permanezca firme creyendo en Dios y desee su salvación.

Solo el Padre, su Hijo y su Santo Espíritu pueden garantizar una vida plena, la eternidad en ellos (as). No dejemos de orar por nuestros (as) hijos (as), nunca es tarde y jamás será tiempo perdido.

“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿Cómo no nos dará también con él todas las cosas?” *Romanos 8:31-32.*

*ORACIÓN:*

Señor, traigo a mi hijo (a) delante de ti y te pido que le ayudes a crecer en una profunda comprensión de Quién eres.

Señor, has dicho en tu Palabra: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". *Romanos 10:10.*

Que él/ella te haga su Salvador, sea lleno (a) de tu Espíritu Santo, te reconozca en todas las áreas de su vida, y siempre escoja seguirte a ti y tus caminos.

Ayúdale a creer totalmente que Jesús entregó su vida por él/ella para que tenga ahora vida abundante y eterna.

Ayúdale a comprender la plenitud de tu perdón, para que no viva en culpa ni condenación.

Que desee conocerte y establecer una relación contigo. En el nombre de Jesús, amén.