Preparación

*Día 12:*

*PREPARACIÓN*

*“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”* Proverbios 22: 6.

Este texto es un principio sabio dado por un Padre a los padres. Tenemos la responsabilidad de enseñar a nuestros (as) hijos (as) en el camino de Señor y al hacerlo, definitivamente, les estaremos preparando para la vida.

Cuando una madre está verdaderamente vinculada con Dios, está dispuesta a seguir sus instrucciones de manera consistente ya que es Dios quien determina las directrices para una crianza exitosa en todos los sentidos, tanto en lo terrenal como en lo eterno.

Como madre debes buscar tener tus prioridades alineadas al orden de Dios. Vivimos en un mundo acelerado que nos obliga a correr en todas direcciones, tentándonos constantemente a dejar de lado la *preparación espiritual* de nuestros (as) hijos (as).

Si tu mentalidad como madre es mayormente hacia lo pasajero, ¿Cómo podrás entonces preparar a tu hijo (a) para lo espiritual?

*¡Oh, si ellos tuvieran tal corazón que me temieran, y guardaran siempre todos mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre!* Deuteronomio 5.29

*ORACIÓN:*

Dios dame fortalezca para confiar completamente en ti cuando se trata de la vida de mi hijo (a).

No quiero continuar ignorando la realidad de arreglar mi vida contigo,Dios, y por ende influir en la vida de mi hijo (a) para que también disfrute de la eternidad contigo.

Ya mi hijo (a) es adulto (a), pero te pido que experimente la necesidad de buscarte, de manera que rechace la maldad, el irrespeto, las malas conductas y que camine en justicia y verdad.

Te pido Señor que mi hijo (a) adopte tus principios: amor, alegría, paciencia, paz, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. ¡Cultivar estos principios a lo largo de su vida le mantendrá a salvo!

Que mi hijo (a) comprenda que los logros seculares alcanzados solo tienen sentido cuando su vida está verdaderamente centrada en ti, cuando verdaderamente logre establecer a Dios como prioridad sobre todo, pero no solamente de palabras, sino de verdad; entonces estará preparado para vivir.

*Todo esto te lo pido en el nombre poderoso de Jesucristo, amén.*